A diario las calles de Lima reciben a jóvenes artistas que nos sorprenden con lo más variado de su repertorio artístico, deleitando nuestros ojos con un poco de habilidad y destreza.
Cualquier calle o avenida es propicia para despertar el interés y porque no la curiosidad de conductores y transeúntes, que sin poder evitarlo desvían su mirada hacia ellos.
Los malabaristas exhiben su arte en las diversas esquinas de la capital cuando el semáforo interrumpe el tránsito, para ello sólo precisan de habilidad e ingenio y lógicamente la colaboración del público.
Asimismo, encontramos a jóvenes que practican la “aerosolgrafía”, -pintar con aerosol- cuyos cuadros podemos encontrar al costado de la Escuela de Arte Dramático en el Parque de la Exposición y que captan la atención de grandes y pequeños por sus variadas formas y colores.
La Plaza Mayor y la Alameda Chabuca Granda, acoge todos los días a pintores que por la mínima suma de diez soles plasman nuestros rostros al mejor estilo de las estrellas de Hollywood.
La lista sería interminable, pues existe una inmensa variedad de artistas que engalanan las grises calles de Lima para deslumbrarnos con lo colorido e ingenioso de sus expresiones artísticas.
Cualquier calle o avenida es propicia para despertar el interés y porque no la curiosidad de conductores y transeúntes, que sin poder evitarlo desvían su mirada hacia ellos.
Los malabaristas exhiben su arte en las diversas esquinas de la capital cuando el semáforo interrumpe el tránsito, para ello sólo precisan de habilidad e ingenio y lógicamente la colaboración del público.
Asimismo, encontramos a jóvenes que practican la “aerosolgrafía”, -pintar con aerosol- cuyos cuadros podemos encontrar al costado de la Escuela de Arte Dramático en el Parque de la Exposición y que captan la atención de grandes y pequeños por sus variadas formas y colores.
La Plaza Mayor y la Alameda Chabuca Granda, acoge todos los días a pintores que por la mínima suma de diez soles plasman nuestros rostros al mejor estilo de las estrellas de Hollywood.
La lista sería interminable, pues existe una inmensa variedad de artistas que engalanan las grises calles de Lima para deslumbrarnos con lo colorido e ingenioso de sus expresiones artísticas.
“Te ordeno que te quedes ahí”,
parece decir el artista.
Jóvenes malabaristas exhiben
su arte en el jirón Quilca.
Los mimos atraen la mirada
con su colorido vestuario.
Pintando un hermoso
paisaje en la ciudad.
No solo con pinceles se hace arte,
el fuego se usa para secarla pintura.
Jóvenes japoneses muestran
su arte en el Centro de Lima.
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